Señora esperando el colectivo

(En una parada de autobús)
Señora: -Hola señorita, ¿Hace mucho que espera el colectivo?
Niña: -Y... Hace diez minutos.
Señora: -¡Que barbaridad! Cómo tarda, siempre igual!
Niña: -Y bueno... pero mire, ahí viene.
Señora: -(gritando desesperada) ¡Pare chofer, aquí nosotraaaas!
(Autobús frena)
Niña: -Suba usted abuela, por favor.
Señora: -Gracias muñeca.

Señora: -(Se dirige al chofer) Hola chofer, ¿Va hasta la calle San Martín?
Chofer: -Eheeee, ¿A dónde va abuela?
Señora: -A la calle San Martín.
Chofer: -Está bien, pero ¿A qué lugar?
Señora: -A la casa de Cuca ¿La conoce?
Chofer: -No, no la conozco. Pero... ¿sabe la localidad?
Señora: -¿Localidad? ¿Y eso qué es?
Chofer: -Está bien, no se preocupe. Dígame: ¿San Martín y qué?
Señora: -Pero... cómo y qué. ¿Cómo me va a hablar así? mal educado, como si no le importara donde voy.
Chofer: -No señora, la calle San Martín es larga y necesito saber a qué altura necesita ir. A ver, cuidado que voy a parar. (Frena) ¡Arriba por favor!
(Se dirige a la señora) ¿Sabe donde va abuela?
Señora: -Si ya le dije que voy a la casa de Cuca.
Chofer: -Bueno, está bien, es $ 1,50.-

Señora: -Bueno, tome dos pesitos, quédese con el vuelto.
Chofer: -No señora, tiene que poner las monedas en la máquina.
Señora: -¿En cuál, en esta?
Chofer: -No, ese es el matafuego. Esta que está acá ¿Ve? A ver los pasajeros que están esperando para sacar boleto si se aprietan un poquito porque va a subir más gente. (Frena) ¿Y abuela? Ponga las moneditas.
Señora: -Pero… ¿Por dónde meto las monedas?
Niña: -Por esa ranura abuela.
Señora: -Ah! Gracias querida. A ver... dónde dejé el monedero...
Chofer: -Déle abuela que hay pasajeros colgados de la puerta.
Señora: -Es que yo no entiendo esto de la tecnología, en mi época yo le daba la plata al chofer y él te daba un boleto, que como venían numerados, uno esperaba ansioso el número capicúa, que decían que era de buena suerte, pero a mi me parece que era todo un invento...

Chofer: - Señora, por favor. Saque el boleto que están todos amontonados en la puerta!
Señora: -¿Acepta moneditas de cinco centavos? Porque fui al banco y cambié $ 100 en moneditas de cinco centavos. ¡No sabes cómo pesan!
Chofer: -¿Algún pasajero puede ayudar a la señora a sacar el boleto?
Niña: - Si, yo la ayudo abuela.
Señora: -Pero ¿Qué está insinuando? ¿Qué soy una vieja inútil? No se lo voy a permitir!
Chofer: -Déle abuela que ya estamos llegando a la avenida San Martín.
Señora: -Pero yo voy a la Avenida Álvarez Thomas.
Chofer: -Pero si me dijo que iba a la casa de Cuca en Avenida San Martín.
Señora: -Ah! Entonces la conoce!
Chofer: -No. Mire, vamos a hacer lo siguiente: Yo la dejo en esta esquina que hay una agencia de Remise, y tome, $10 Para que vaya a lo de Cuca.
Señora: -Pero con $ 10 no voy ni a la esquina.
Niña: - Bueno, tome $ 10 más.
Otro señor: -Si, y yo le doy otros 10, hace 15 cuadras que estoy flameando en la puerta.
Señora: -Ay, ¡Qué amorosos que son! Bueno, permiso, permiso, venga el diego para acá...
Otra señora: -Espere yo aporto $ 5.
Señora: -Bueno, peor es nada. Venga p`a acá.
(Se baja del vehículo)
Señora: -Listo... Chau!!! ¡Gracias a todos!

Señora: (Sola en la esquina) Bueno... 10, 20, 30... y cinco. Treinta y cinco pesitos. Más cuarenta del bondi anterior, son setenta y cinco. Bueno, bastante bien, entonces me voy a tomar el 57 que siempre le saco 40 o 50 pesitos y encima me deja cerca de casa. Ahí viene... ¡Chofeeeer! ¡Chofeeeeeeeeeeeeer!

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