La inseguridad es un problema extremadamente complejo, originado por múltiples causas. Hoy en día, los asaltos, robos y hurtos son noticia frecuente, y no nos generan la menor sorpresa.
Si bien es imposible ser inmune a este flagelo, podemos minimizar riesgos mediante la prevención. ¿Qué precauciones tomar en la calle, en el colectivo y en los cajeros automáticos? Preste atención a los siguientes consejos.
En la calle:
* Si desde un vehículo un extraño le dice: "Subí que te llevo." o "Subí después te explico." No haga caso. Huya despavorido.
* Si en el trayecto de tres cuadras lo están siguiendo dos sujetos con bigotes, anteojos de sol y sobretodo negro... comience a sospechar.
* Evite circular por calles peligrosas. Existe lugares ideales para la concentración de mal vivientes: calles oscuras, calles poco transitadas, el congreso de la nación, etc.
En el transporte público:
* Evite el uso de anillos voluminosos o alhajas. Si tiene un diente de oro, viaje con toda seriedad, no le sonría ni al inspector que le pide el boleto.
* Sospeche del pasajero que lo empuja bruscamente fingiendo un traspié. No se confunda con el viejo y conocido apoyo bondinero. Este se hace con toda buena intención.
* No deje elementos de valor en el piso del transporte; por ejemplo, la billetera.
En el cajero automático:
* Trate de ir acompañado. Si es posible con un conocido.
* Cierre la puerta del recinto… con el pié, ya que están todas rotas. No cierra ninguna.
* No cuente el dinero al salir del cajero. Setecientos... ochocientos... No.
Nota: Se comunica a los lectores que por cada segundo que hayan tardado en leer esta guía se les descontará de su cuenta bancaria la suma de: 100 Euros. Lo siento, no hay manera de prevenirse de los ladrones de guantes blancos.
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